08 abril 2007

NO dejen de leerlo, es muy bueno!

  • Gran Hermano, indiferencia, realidad y conciencia. No dejen de leerlo. ¡Vale la pena!

Extraido de la Revista OnLine de San Pablo.

"Apagar el televisor no es la solución"

Ciertos puntos que quiero dejar en claro
por Lic. Joaquín Rocha
Psicólogo especialista en Educación para la Comunicación

Hay ciertos puntos que quiero dejar en claro. No estoy defendiendo a Gran Hermano ni a toda la parafernalia que hay por detrás. Como así tampoco la editorial tiene acciones en el programa. Mucho menos estamos invitando a que el programa se vea o insinuamos que somos los dueños de la verdad.

Estamos mirando una realidad que forma parte de nuestro entorno y apagar el televisor no es la solución. Creo que detrás de todo esto hay una gran hipocresía. Aquellos que lo critican se alimentan de lo mismo que critican. Al decir que “miles de moscas no pueden equivocarse…” otra vez vamos en contra del pueblo. Lo instintivo de las moscas es comer “merde” y estar en la basura. ¿Vale lo mismo para el hombre? Al afirmar esto: ¿no estamos desvalorizando a los otros poniéndonos en el lugar de la soberbia? Atacamos a la víctima y jamás al victimario.

La mirada sobre Gran Hermano debe ser una mirada sistémica y desde todas las variables posibles. Es un producto que atrae. Las cifras de consumidores lo confirman. Esto está mostrando qué está pasando: que en algún momento nos distrajimos o miramos para otro lado. ¿Nos hemos cuestionado qué tipo de educación ha imperado todos estos años donde se pone el acento en contenidos más que en la formación de la persona?. Desde ya que es mucho más fácil enseñar dos más dos que ayudar a desarrollar el pensamiento crítico.

Sólo algunos hemos levantado nuestra voz. Otros han tenido cosas más “importantes” que resolver. En la experiencia que me ha dado la visita a muchos colegios de nuestro país, frente a la invitación a discutir la nueva Ley de Educación, los grandes ausentes en estos debates fueron los padres y muchos directivos, con la complicidad de los docentes, usaron estos espacios con otros objetivos que nada tenían que ver con lo propuesto. He recibido más mensajes por este artículo que todos los que escribí sobre ese tema y otros de educación. ¿No nos está diciendo algo?

Es una gran verdad que en Gran Hermano el pudor brilla por su ausencia mostrando una sexualidad genital y exhibicionista. ¿Acaso no sucede lo mismo en nuestra sociedad? ¿Cuántos son, padres y docentes, que conocen la nueva Ley de Educación Sexual Integrada? La respuesta sería inversamente proporcional a los que ven Gran Hermano. Esto también nos está diciendo algo. La ley fomenta escuelas para padres. ¿Las podremos hacer realidad para una acción conjunta familia-escuela? Seguramente que no. Mientras no exista una actitud de compromiso donde se modifique que muchos dejen hacer el trabajo a unos pocos, la posibilidad de cambio se hace lejana.

No se trata de defender lo indefendible, se trata de que si queremos que algo se modifique tenemos que empezar a modificar nuestras conductas participativas.

Es aberrante, también, ver como la producción del programa insita al consumo del alcohol para que a través de su efecto desinhibidor se produzcan situaciones para la complacencia del ojo vouyerista del público. Nos rasgamos las vestiduras y sin embargo vivimos bombardeados por publicidades de tabaco y alcohol, que generalmente apuntan a chicos y adolescentes, las cuales son consideradas una violación de los Derechos Humanos de los Menores por la Organización Mundial de la Salud. ¿Dejamos de comprar diarios y revistas? ¿Tapamos los ojos de nuestros chicos frente a la publicidad en la vía pública? ¿Sólo vemos los partidos de fútbol de los equipos cuyas camisetas no promueven la marca de una conocida cerveza?

Ni hablar de la dudosa moral de algunos de los integrantes de la casa. Integrantes no elegidos al azar sino después de una serie de entrevistas por parte de psicólogos y especialistas en la materia. Esto nos da mucha tela para cortar. Sobre todo a nosotros que estamos atentos a nuestro sistema judicial y salimos todos a la calle a gritar por nuestros derechos y no nos quedamos esperando a que un padre, a cuyo hijo asesinaron, nos convoque. Pareciera que en nuestra sociedad hay temas de primera y de segunda de los cuales ocuparse. Todo tema que toca “mi bolsillo” o mi bienestar es de fundamental e inmediata resolución. Nos preocupan los temas de hoy, no los que tienen una implicancia a futuro. La respuesta que da el estado o la sociedad a aquellos que han pasado por las cárceles es un problema de los que han pasado por las cárceles. “Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.” (Bertolt Brecht). Esta indiferencia se convierte en un estímulo para la comodidad, o sea, la inclinación hacia lo que resulta menos molesto y exigente.

Gran Hermano es parte de la sociedad que construimos. Algunos dirán, desde su perspectiva, que no son responsables. Antes de decirlo deberían pensar en que todos los hechos que se producen en una sociedad están vinculados entre sí. Quedarse en la mera denuncia retórica como un intento de satisfacer la propia conciencia para no sentirse colaboradores no nos exime de toda responsabilidad. Nada se gana con el convencimiento de que la culpa es de los otros. Si existe una “dictadura de los medios” ¿qué hacemos para que esto se modifique?

Pronto estaremos frente a la elección de nuevos gobernantes. Deberíamos estar todos inmersos en la responsabilidad que esta conciencia cívica medita. Cada candidato juega su juego. Nada más parecido al juego que muestra Gran Hermano. Complots, alianzas, injurias. ¿Nos hemos detenido a leer o escuchar cuál es el proyecto político de cada uno? ¿Cuánto de nuestro tiempo “hemos perdido” en saber cuáles serán las consecuencias de la puesta en marcha de esos proyectos? Ellos sí están al tanto de un informe de la ONU del 2004 que dice que el 50% de la población prefiere un sistema totalitario si le resuelve sus problemas económicos antes que un sistema democrático que no lo hiciera. Entonces si se actúa con políticas totalitarias dentro del régimen democrático se mantiene feliz al pueblo. No a toda la sociedad porque si se libera la pobreza, no se mantienen los votos. Esto también nos viene bien. Cada tanto se nos invita a demostrar que somos un pueblo solidario con el padecimiento del hermano desválido. Claro que confundimos solidaridad con asistencialismo. No estoy en contra de que esto suceda sino que nos quedamos en la superficie del problema. Nos ponemos la camiseta pero no salimos a jugar el partido. Esto nos hace cómplices. Como hoy somos cómplices de la indiferencia que sufren los veteranos de la guerra de las Malvinas ya que no hemos salido a la calle con la misma vehemencia de hace 25 años para pedir por su reivindicación y reconocimiento. Esto sí me avergüenza. Como me avergonzaría sentirme por arriba del que piensa diferente a mí.

Podría continuar con una lista interminable de hechos donde se muestra la indiferencia de cada día.

También yo veo Gran Hermano. Seré una “mosca” más. Pero estoy seguro que es otra la “merde” con la cual nos están alimentando. Por eso cada día me levanto con la fuerza para luchar contra la ignorancia y contra la memoria frágil que tenemos los argentinos. Sólo hay que ver más de lo que se nos muestra y saber leer entre líneas. “A nadie se le puede obligar a aceptar una norma obligada sin tener el convencimiento interno de que así debe actuar por su propio bien… es el mayor desafío que se plantea a los educadores del mundo actual: saber dar razón y justificar aquellos valores que ofrezcan… tenemos que estar preparados para justificar una determinada conducta que, si es válida y buena para la persona, no puede serlo simplemente por el hecho de estar mandada” (Padre Eduardo López Azpitarte. Criterios para una ética sexual. Sal Térrae).

3 comentarios:

Maurinho dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maurinho dijo...

Jimena
Muy bueno tu blog y el articulo de Gran Hermano E S P E C T A C U L A R!!! soy docente y lo he trabajado en clase
Gracias y despues de ver tu Blog que levante del Encuentro de novios, me dieron ganas de hacer uno mio....tendré que aprender o aprender de mis alumnos ya que no cazo un palo.
Gracias de nuevo por este momentito que me regalaste
Un beso, un abrazo y sigamos como hace unos años NAVEGANDO MAR ADENTRO.

Anónimo dijo...

Excelente el articulo de Gran Hermano, lo citare en mi proxima exposicion de Opinion Publica, Muy lindo el Blog, Un beso enorme Maru